¿Te suena
la frase: El dinero no nace de los árboles…? Hoy, voy a hablar de esta creencia
y de cómo nos ha influenciado en nuestra vida. Esta creencia limitante, así
como muchas otras sobre el dinero, nos ha puesto en una situación difícil. Por
una parte, necesitamos el dinero en esta sociedad, ya que es el medio que
tenemos para conseguir muchas cosas: comida, casa, ropa, servicios, objetos,
etc. Por otra parte, nos han hecho creer que tener dinero es malo, sucio, o que
es difícil o cuesta mucho conseguirlo o que los ricos son personas corruptas o egoístas
o malas…
Ante esos
mensajes que se han grabado en nuestra mente (y que tenemos integrados de forma
consciente o inconsciente), ¿cómo podemos conseguir dinero…? si en el fondo lo
rechazamos. Una creencia se convierte en ley: lo que creemos, creamos. Y
andamos por la vida con pensamientos de escasez: esto no puedo permitírmelo, no
tengo dinero, no llego a final de mes, yo sólo quiero lo justo para vivir y no
necesito más, etc.
Las creencias
se pueden haber gestado en los primeros años de nuestra vida, ya que la
influencia del entorno familiar (padres, familia, escuela) nos afecta de forma
directa. O tal vez las experiencias vividas no han sido del todo satisfactorias
y si algún día decidimos salir de la pobreza y montar un negocio por ejemplo, y
nos salió mal, pensamos que es mejor tener un trabajo y un salario fijo, para
evitar problemas. Recuerdo que durante bastante tiempo había mucha gente que
decía que lo mejor era hacer oposiciones para conseguir un empleo fijo en algún
organismo oficial. Si te creíste que era mejor vender tu tiempo por dinero, ya
sabes cuáles son las desventajas de esa decisión.
Vender
tiempo por dinero (como asalariado) tiene un techo que no puede traspasarse, aparte
de la subida anual del porcentaje de IPC correspondiente. Estamos en un tiempo
de desafíos donde se hace necesario tomar responsabilidad en cuanto al dinero y
no dejar a la suerte o al exterior nuestra relación con él.
¿Qué pensamientos
alimentamos cada día? Los del “no puedo” (escasez) o los del “es posible ganar
más dinero y lo voy a hacer” (abundancia). Te animo a cambiar tus pensamientos
y tus palabras para que sean más útiles. En lugar de decir “no puedo”, cambia a
“hoy decido o prefiero”.
No
olvidemos que no tener dinero (pobreza) es una enfermedad y que sí tenerlo
ayudará a nuestra salud y la de nuestra familia, nos dará mayor libertad y podremos
hacer cantidad de cosas buenas para nuestra vida y la de nuestro entorno.
Si crees
que ha llegado el momento de mirar de cara a tu situación y quieres de verdad cambiar
tu relación con el dinero, estoy a tu disposición también por Skype.
¡Feliz día
y adelante con tu abundancia!
Coach,
Máster-Trainer en PNL, acompañante en BioPsicoSomática
Sesiones
presenciales y por Skype
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El Dinero Sí Nace De Los Árboles