jueves, 12 de noviembre de 2015

¡ARCHIVA TUS MIEDOS!


LAS 4 PATAS

Hoy hablo de las 4 patas donde se apoyan las sillas o las mesas, que son el soporte, la base para su utilidad. Así ocurre en la vida, que tenemos 4 puntos de apoyo y que son: salud, amor, familia y trabajo (que normalmente está relacionado con el dinero). Puedes estar de acuerdo con estos 4 puntos, o tal vez para ti sea muy importante otra “pata”, o tal vez quitarías alguna de ellas. Sea como sea, es cierto que hay taburetes de tres patas y mesas de 6 o más puntos de apoyo.

¿Qué nos ocurre cuando alguna de las “patas” falla? Que nuestra vida se distorsiona (en mayor o menor medida, según la gravedad del conflicto), ya sea que no se tenga trabajo o tengamos mala salud, tal vez problemas con la pareja o conflictos con la familia.

¿Y cuando se suman dos, tres o las cuatro que no funcionan? Pues bien, cuando no funcionan las bases de nuestra vida, es momento de parar y coger una a una, cada una de las patas y empezar a hacernos preguntas para salir del conflicto en que estemos. Una pregunta que podemos hacernos es: ¿qué parte de mi vida es primordial y más urgente que empiece a mejorar? Y luego vendrá la pregunta: ¿cómo lo hago? Así, podemos ir reflexionando con cada una de las bases.

Aunque hay factores externos que nos pueden influir (esto es la epigenética, es decir, nuestro entorno), no nos olvidemos que nosotros tenemos el poder de elegir nuestra actitud. Si damos el poder de no tener trabajo a la crisis económica, es posible que no encontremos trabajo. Si damos todo el poder de nuestra salud a los médicos y  sólo nos tomamos la pastillita que nos han recetado, es probable que no vayamos al origen (emocional) de lo que está provocando ese síntoma o enfermedad. Si achacamos los conflictos de pareja a que él o ella es así, sin buscar nuestra propia responsabilidad para elegir realmente lo que queremos o lo que no, comunicarlo y tomar las decisiones oportunas, los problemas pueden persistir. Lo mismo ocurre con la familia: a la mayoría nos gusta tener buen rollo con la familia, pero… en todos sitios cuecen habas, como dice el dicho. Y, ¿qué conseguimos dando la “culpa” de lo que nos ocurre a factores externos? Pues que vamos a seguir mal… Te propongo que cambies la palabra culpa por la de responsabilidad y ahora toma el protagonismo del mando de tu vida. ¿Cuál es tu responsabilidad? Responsabilidad significa habilidad de dar una respuesta, eso sí que depende de ti.

Dicen que si seguimos haciendo lo mismo de siempre, obtendremos los mismos resultados. Si lo que conseguimos no funciona, entonces, hagamos otra cosa! Simple! Cuando hacemos cosas distintas, lo que ocurre es distinto. Pero cuando a pesar de todo, lo que seguimos obteniendo no es lo que deseamos, en lugar de hacer cosas diferentes una y otra vez, lo que podemos hacer es ir al origen, es decir al “yo” y cambiar nuestra manera de observar la vida, nuestra manera de ser, de sentir, de comunicarnos, nuestra actitud, puede que incluso algunos de nuestros valores.
¡No seas tú, sé otra persona, así actuarás de forma distinta y obtendrás resultados diferentes! ¡Conviértete en la persona que quieres Ser!

¡Que seas muy feliz! Gracias.

Maria Iglesias