Como
concepto, la abundancia es gran cantidad de algo y a su vez, lo entendemos como
la circunstancia en la que se puede gozar de bienestar económico.
Entendido
como gran cantidad de algo, ¿nos damos cuenta de que en nuestras vidas ya
existe la abundancia? Si tienes comida cada día para comer, si tienes una casa
donde poder dormir y vivir, si tienes ropa con qué vestirte, si puedes ver,
escuchar, caminar, abrazar (gracias a tus ojos, oídos, piernas, brazos), si
además tienes una familia y amigos, tienes muchísimo más que muchas personas. Por ello, deberíamos estar brincando de alegría dando las gracias por todos los
regalos que recibimos a diario.
Sin embargo,
¿qué hace mucha gente? ¡Quejarse! Quejarse por lo que les falta: no tengo
suficiente dinero, ni la casa es demasiado grande, o no puedo permitirme
vacaciones a otros países, o no me puedo cambiar el coche, o se me comen las
facturas (facturas de cosas que en muchas ocasiones no son necesarias, sino que
son caprichos).
Para mí, abundancia
no sólo es tener dinero, es disfrutar con lo que tenemos. Es algo que sentimos desde
el corazón (ya que la mente se centra más habitualmente en aspectos prácticos y
económicos).
La vida es
maravillosa y nos regala cada día cantidad de experiencias, momentos, instantes
únicos que sólo podremos ver si enfocamos bien nuestra mirada, poniendo nuestra
atención a lo positivo, a lo agradable, a lo bello y lo útil.
¿Eres de
las personas que agradeces y sientes abundancia en tu vida, o prefieres seguir
poniendo atención a lo que no funciona? Una cosa es mejorar lo que se puede
mejorar, evidentemente. La otra, muy diferente, es vivir apegado a lo que nos
falta y lo que no es útil, sin darnos cuenta de la ingente cantidad de
posibilidades que cada día se nos presenta.
¡Te deseo
lo mejor y un feliz día!
Coaching
y estudios del árbol genealógico
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