Hoy hablo de las 4 patas donde se apoyan las sillas o las
mesas, que son el soporte, la base para su utilidad. Así ocurre en la vida, que
tenemos 4 puntos de apoyo y que son: salud, amor, familia y trabajo (que
normalmente está relacionado con el dinero). Puedes estar de acuerdo con estos
4 puntos, o tal vez para ti sea muy importante otra “pata”, o tal vez quitarías
alguna de ellas. Sea como sea, es cierto que hay taburetes de tres patas y
mesas de 6 o más puntos de apoyo.
¿Qué nos ocurre cuando alguna de las “patas” falla? Que
nuestra vida se distorsiona (en mayor o menor medida, según la gravedad del
conflicto), ya sea que no se tenga trabajo o tengamos mala salud, tal vez
problemas con la pareja o conflictos con la familia.
¿Y cuando se suman dos, tres o las cuatro que no
funcionan? Pues bien, cuando no funcionan las bases de nuestra vida, es momento
de parar y coger una a una, cada una de las patas y empezar a hacernos
preguntas para salir del conflicto en que estemos. Una pregunta que podemos
hacernos es: ¿qué parte de mi vida es primordial y más urgente que empiece a
mejorar? Y luego vendrá la pregunta: ¿cómo lo hago? Así, podemos ir
reflexionando con cada una de las bases.
Aunque hay factores externos que nos pueden influir (esto
es la epigenética, es decir, nuestro entorno), no nos olvidemos que nosotros
tenemos el poder de elegir nuestra actitud. Si damos el poder de no tener
trabajo a la crisis económica, es posible que no encontremos trabajo. Si damos
todo el poder de nuestra salud a los médicos y
sólo nos tomamos la pastillita que nos han recetado, es probable que no
vayamos al origen (emocional) de lo que está provocando ese síntoma o
enfermedad. Si achacamos los conflictos de pareja a que él o ella es así, sin
buscar nuestra propia responsabilidad para elegir realmente lo que queremos o
lo que no, comunicarlo y tomar las decisiones oportunas, los problemas pueden
persistir. Lo mismo ocurre con la familia: a la mayoría nos gusta tener buen
rollo con la familia, pero… en todos sitios cuecen habas, como dice el dicho.
Y, ¿qué conseguimos dando la “culpa” de lo que nos ocurre a factores externos?
Pues que vamos a seguir mal… Te propongo que cambies la palabra culpa por la de responsabilidad y ahora toma el protagonismo del mando de tu vida.
¿Cuál es tu responsabilidad? Responsabilidad significa habilidad de dar una respuesta, eso sí que depende de ti.
Dicen que si seguimos haciendo lo mismo de siempre,
obtendremos los mismos resultados. Si lo que conseguimos no funciona, entonces,
hagamos otra cosa! Simple! Cuando hacemos cosas distintas, lo que ocurre es
distinto. Pero cuando a pesar de todo, lo que seguimos obteniendo no es lo que
deseamos, en lugar de hacer cosas diferentes una y otra vez, lo que podemos
hacer es ir al origen, es decir al “yo” y cambiar nuestra manera de observar la
vida, nuestra manera de ser, de sentir, de comunicarnos, nuestra actitud, puede
que incluso algunos de nuestros valores.
¡No seas tú, sé otra persona, así actuarás de forma
distinta y obtendrás resultados diferentes! ¡Conviértete en la persona que
quieres Ser!
¡Que seas muy
feliz! Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario