¿Qué
nos ocurre a la mayoría de las personas durante estas fechas? ¿Nos
invade el espíritu navideño? Pero, quién es ese espíritu que nos
domina, que incluso nos controla? Estamos inmersos/as en un
consumismo desmesurado, pensando que al comprar y hacer regalos
satisfacemos alguna de nuestras necesidades más profundas. Y no, un
regalo no quita el trabajo profundo que hemos de realizar en cada uno
de nuestros días. Nuestra tarea diaria puede ser una revisión de
nuestras emociones: ¿cómo voy de amor en mi día a día?, ¿me
castigo o me amo?, ¿me juzgo o me respeto?, ¿me soporto o me
valoro?
En
cuanto a la paz, que es otro valor que nos deseamos a menudo en estas
fechas: ¿cómo genero paz en mi vida, a mi alrededor?, ¿soy de
los/las que se quejan constantemente?, ¿me enfrento con otras
personas para tener razón?, ¿doy consejos y me olvido de
practicarlos?, ¿critico a las personas que no son como yo?
Y no
nos olvidemos de la salud: ¿qué hago cada día para facilitar un
estado pleno de bienestar?, ¿como de cualquier manera?, ¿me da
pereza hacer ejercicio?, ¿abuso del alcohol o de otras sustancias
tóxicas?, ¿respiro adecuadamente?, ¿gestiono adecuadamente mis
emociones o me trago la rabia, la tristeza o el miedo?, ¿me lleno
de informaciones tóxicas o practico el bienestar?, ¿expreso mis
emociones o me las callo?
Confieso
que soy la primera que me gusta recibir regalos. Cuando me ofrecen un
presente, lo valoro, al igual que valoro cada día, cada nuevo
amanecer, cada sonrisa que me ofrecen, o un “buenos días”.
Cuando aprendemos a amar cada uno de los 365 días del año y nos
podemos dar cuenta de que cada día es navidad, la vida tiene otro
color, otro brillo. Nos llenamos de fuerza, para poder transitar por
los quiebres que la vida nos presente.
No te
olvides: ¡El mayor regalo eres tú! La vida es un regalo, un
presente, que sólo cada uno de nosotros/as puede darle el valor que
realmente tiene. Date tiempo para disfrutarte. No dejes que se escape
tu alegría por cualquier cosa, no cedas a la exigencia de las otras
personas y respétate. Ámate. Siéntete. Cuídate. Valórate.
Saboréate. Tu vida es sólo tuya, puedes crear de cada instante, un
presente maravilloso. Y cuando estés lleno/a de bienestar,
compártelo con los que te rodean. Ése sí que es un buen regalo
para todo el mundo.
¡Te
deseo que cada día seas Navidad y te invada el AMOR, la PAZ y la
SALUD (física, emocional, racional y espiritual)!
¡Que seas muy feliz!
Gracias.
Maria Iglesias
No hay comentarios:
Publicar un comentario