jueves, 24 de diciembre de 2015

365 NAVIDADES




Sí, una navidad en cada día, en cada hoy, en cada presente.

¿Qué nos ocurre a la mayoría de las personas durante estas fechas? ¿Nos invade el espíritu navideño? Pero, quién es ese espíritu que nos domina, que incluso nos controla? Estamos inmersos/as en un consumismo desmesurado, pensando que al comprar y hacer regalos satisfacemos alguna de nuestras necesidades más profundas. Y no, un regalo no quita el trabajo profundo que hemos de realizar en cada uno de nuestros días. Nuestra tarea diaria puede ser una revisión de nuestras emociones: ¿cómo voy de amor en mi día a día?, ¿me castigo o me amo?, ¿me juzgo o me respeto?, ¿me soporto o me valoro?

En cuanto a la paz, que es otro valor que nos deseamos a menudo en estas fechas: ¿cómo genero paz en mi vida, a mi alrededor?, ¿soy de los/las que se quejan constantemente?, ¿me enfrento con otras personas para tener razón?, ¿doy consejos y me olvido de practicarlos?, ¿critico a las personas que no son como yo?

Y no nos olvidemos de la salud: ¿qué hago cada día para facilitar un estado pleno de bienestar?, ¿como de cualquier manera?, ¿me da pereza hacer ejercicio?, ¿abuso del alcohol o de otras sustancias tóxicas?, ¿respiro adecuadamente?, ¿gestiono adecuadamente mis emociones o me trago la rabia, la tristeza o el miedo?, ¿me lleno de informaciones tóxicas o practico el bienestar?, ¿expreso mis emociones o me las callo?

Confieso que soy la primera que me gusta recibir regalos. Cuando me ofrecen un presente, lo valoro, al igual que valoro cada día, cada nuevo amanecer, cada sonrisa que me ofrecen, o un “buenos días”. Cuando aprendemos a amar cada uno de los 365 días del año y nos podemos dar cuenta de que cada día es navidad, la vida tiene otro color, otro brillo. Nos llenamos de fuerza, para poder transitar por los quiebres que la vida nos presente.

No te olvides: ¡El mayor regalo eres tú! La vida es un regalo, un presente, que sólo cada uno de nosotros/as puede darle el valor que realmente tiene. Date tiempo para disfrutarte. No dejes que se escape tu alegría por cualquier cosa, no cedas a la exigencia de las otras personas y respétate. Ámate. Siéntete. Cuídate. Valórate. Saboréate. Tu vida es sólo tuya, puedes crear de cada instante, un presente maravilloso. Y cuando estés lleno/a de bienestar, compártelo con los que te rodean. Ése sí que es un buen regalo para todo el mundo.

¡Te deseo que cada día seas Navidad y te invada el AMOR, la PAZ y la SALUD (física, emocional, racional y espiritual)!

¡Que seas muy feliz! Gracias.

Maria Iglesias

No hay comentarios:

Publicar un comentario