Queridos Reyes Magos,
Este año he sido muy buena, como ya sabéis. Me he
caído, me he levantado y he aprendido de mis caídas, aunque no ha sido fácil.
He superado los retos que se han presentado, saliendo del abismo lo antes
posible para volver a conectarme con una vibración más alta para seguir
avanzando por el camino de la vida. He reído, he llorado y he transitado por
diferentes emociones que me han recordado que la vida es así. He disfrutado con
las hermosas experiencias que se han presentado y he fluido con los desafíos
que han venido. He ayudado siempre que he podido y cuando las cosas no han ido
bien, he respetado las opiniones de otros y he procurado estar lo más neutra
posible para seguir avanzando en mi propio proceso.
Este año, os voy a pedir lo mismo que le regalasteis
al niño Jesús. Nos enseñaron que vuestros presentes fueron: oro, incienso y
mirra. Aunque la mirra fuera muy valorada en la antigüedad, en nuestro tiempo
actual no tiene demasiada utilidad (la verdad es que no sabría qué hacer con
ella si me la trajerais), así que la mirra no me la pido.
En cuanto al incienso, no necesito demasiado puesto
que mi casa no es demasiado grande. Como me gusta que huela bien y esté limpia
de malas energías, pues con una caja de incienso, creo que voy a tener
suficiente para todo el año.
Ahora bien, en cuanto al oro, sí que me lo pido y
como los lingotes se tienen que cambiar al dinero en nuestra época, pues ya
directamente me traéis el dinero y así evito las inconveniencias de tener que
ir a cambiarlo por billetes. Tal vez os preguntaréis que por qué me pido oro
como regalo este año. Es muy fácil, últimamente he comprendido que con él puedo
vivir más tranquila, dormir mejor, optimizar
mi salud, seguir con formaciones que me apasionan y me permiten estar al día a
nivel personal y profesional, darme algún respiro y también ayudar a otras
personas a que puedan conseguir sus objetivos. Antes pensaba que con lo justo
ya era suficiente, ahora he cambiado mis creencias y creo que con más dinero,
puedo hacer más cosas no sólo para mí, sino para mi familia, mis amigos, alumnos,
clientes, etc. y con ello (¿por qué no?) contribuir a mejorar un poquito más el
mundo, equilibrando la riqueza.
Puestos a pedir, no sólo pido oro (dinero) para mí,
sino también para todas las personas que lo precisan. En la actualidad ya
sabéis que muchas personas pasan por situaciones bastante complicadillas y tener
una fuente de ingresos abundante podrá ayudar a mejorar la vida de muchas
familias. Así que, queridos Reyes Magos, os pido abundancia para todos y os
prometo seguir trabajando el próximo año para influir en el bienestar de mi
entorno.
¡Gracias de
antemano por vuestros regalos! Nos vemos el próximo año.
¡Feliz año
y que vuestra magia nos acompañe durante los próximos 365 días!
Coach,
Máster-Trainer en PNL, acompañante en BioPsicoSomática
Sesiones
presenciales y por Skype
Tel.
(34) 606 32.08.54
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Facebook: Maria Iglesias / Kreixer
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El Dinero Sí Nace De Los Árboles
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