“Y quien tenga esas tres cosas que le dé gracias a
Dios” decía la canción.
A primeros de año, muchas personas hacemos un acto
de reflexión para pensar en los próximos objetivos. ¿Te suena aquello de: “me
apuntaré al gimnasio y me cuidaré más” o “voy a empezar dieta” o “este año me
saco el carnet de conducir” o “me apunto a clases de inglés”, etc. etc.? y
muchas veces, al cabo de un tiempo, nos olvidamos…
Creo que la mayoría de personas coincidimos en desear
salud, dinero y amor. La salud es algo obvio, ya que sin ella, lo demás queda muy
en segundo término. Por mucho dinero que se tenga, cuando se carece de la
energía necesaria a nivel vital, todo lo demás no se puede disfrutar
adecuadamente, aunque el amor siempre es útil y deseado: amor de pareja, de
padres, de hijos, de la familia, de los amigos. El amor es una buena vacuna
ante las vicisitudes del transitar por la vida.
¿Y el dinero? ¿Eres de las personas que lo deseas o
que te conformas con tener el necesario? ¿Crees que es algo sucio o que las
personas que lo tienen son corruptas o malas? Te propongo que hagas una
reflexión sobre las creencias que tienes sobre el dinero (si todavía no lo has
hecho).
Nos han vendido la película que el dinero corrompe a
las personas. Sin embargo, conozco gente con muchísimo dinero que es fantástica
y que ayudan a los demás siempre que pueden. Si crees que es algo sucio, el
dinero no vendrá a ti.
Hace poco vi un vídeo muy interesante de Diego
Dreyfus: "El dinero sí da la felicidad", que me hizo pensar en ello. Él propone
que personalices al dinero, que le pongas cara, nombre y que le escribas una
carta. Pobre dinero: ¡cuántas veces lo hemos odiado o necesitado tanto que nos
hemos hecho pesados o nos hemos quejado de él (de no tenerlo), si no nos hacemos amigos del dinero, ¿cómo va a
llegar a nuestras vidas?
El dinero en abundancia llega cuando cambiamos las creencias limitantes por otras más potenciadoras, cuando
cambiamos nuestra actitud (y dejamos de quejarnos, entre otras cosas) y cuando
revisamos nuestro historial familiar (y tomamos consciencia de las ruinas o
desastres económicos que nuestros ancestros padecieron y devolvemos ese
programa).
Por supuesto hay más deseos universales como la paz
o la serenidad. ¿Cuáles son tus deseos? Sueña, sueña en grande y a por tus
objetivos. ¡Ah! y disfruta del proceso. Y si no puedes hacerlo solo/a, cuenta conmigo.
¡Feliz día!
Coach,
Máster-Trainer en PNL, acompañante en BioPsicoSomática
Sesiones
presenciales y por Skype
Tel.
(34) 606 32.08.54
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Facebook: Maria Iglesias / Kreixer
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El Dinero Sí Nace De Los Árboles
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