Responsabilidad es la habilidad de responder ante las
diferentes situaciones que la vida nos presenta. La forma en la que respondemos
ante las dificultades de la vida nos abre todo un mundo de posibilidades.
Si me tomo las situaciones de forma pesimista, negativa,
todo se me hace una montaña y mi energía se va agotando poco a poco, hasta
llegar a un límite peligroso donde puedo llegar a una apatía o depresión. Puedo
dar la culpa de lo que me pasa a los otros (a la pareja, a mis padres o a la familia,
mi jefe, el gobierno, la crisis, etc.). En ese momento no me puedo
responsabilizar, porque no puedo ver que soy yo la que ha creado las
circunstancias que me traen el momento presente que vivo.
En este punto se encuentra mucha gente actualmente.
Personas que sienten que la sociedad es injusta, que el mundo es malo. Viven en
una queja constante, culpando a todos, incluso a Dios de lo que le sucede.
Es cierto que en la escuela no nos enseñaron cómo manejar
nuestras emociones (al menos en mi cole no lo hicieron). Nuestros padres
hicieron lo que pudieron y tampoco sabían cómo gestionar las emociones. Así
que, como adultos somos nosotros los que (si queremos) vamos a des-aprender lo
que no es útil en nuestra vida y re-aprender lo que nos va a ayudar a ser más
feliz. El propósito de la vida es ser feliz. Recuérdalo. ¡Basta de ser víctima!
Y empieza (o continua) siendo protagonista de tu vida.
¿Con qué llenas tu mente? ¿con las noticias desastrosas
de lo que ocurre en el mundo o en tu país? ¿de miedo? ¿de rabia? ¿de quejas
constantes de tu entorno inmediato, de lo caro que está todo, de que así no se
puede vivir…?
Lo que crees, lo creas. Así es. Tanto para unas cosas como
para otras. Por ejemplo, si crees que te vas a caer y vas con miedo por la
calle por ese temor, tienes muchos números de que te caigas. Y al contrario, también
ocurre. Cuando empiezas a llenarte de pensamientos positivos, emociones
agradables, agradecimiento, alegría, empiezas a descubrir una vida con otro
sentido. Y atraes más de lo que estás poniendo tu atención.
Aquí está tu responsabilidad y la mía, y la de todos/as.
De nada sirve dar el poder a lo externo, dando la culpa de lo que nos ocurre. Nuestra
responsabilidad es la de tomar las riendas de nuestra vida y la decisión de ser
protagonistas. No dando el poder a lo externo. Nosotros decidimos qué actitud
le ponemos a la vida.
Deseo terminar expresando cuál es mi responsabilidad: “mi
responsabilidad es la de comprometerme conmigo para el resto de mi vida. Y
deseo una existencia feliz, con bienestar para mí y mi entorno (el mundo). A
partir de aquí, ¿qué voy a hacer hoy para ser más feliz y crear un mundo con
mayor bienestar?
¿Tu responsabilidad cuál es? Y ¿qué vas a hacer hoy para
conseguirlo?
¡Que seas muy feliz! Gracias.
Maria
Iglesias
Coaching,
PNL y Psicosomática Clínica
Tel. (34)
606 32.08.54
Sesiones presenciales
y por skype
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